viernes, 11 de diciembre de 2009

rufián (2004)

Soy sólo verbo
sin calificativos
ando
como
duermo
hablo
escucho
no pienso
y vuelvo.
Quise enseñarle cómo funcionaba la marcha de éste engranaje pero no quiso aprender.
Quise mostrarle cómo se fabricaban mis sueños pero no quiso escuchar.
Quise decirle lo mucho que lo quiero y se tapó los oídos.
Y salí a gritarle: - ¡Alto!, al máximo que lo veía en un espejo de quimeras y se quedó:
paralítico
inamovible
duro
como las cosas
inanimado.
Y se fue transformando en mi muñeco incorrecto uno de mis preferidos, por cierto, porque nada de real tiene.
Y lo ingresé a mi Universo como uno más de mi colección pero no le gustó.
Nada le agradó
empezó a modelar su mundo:

- En mi Universo!!!
- Qué atrevimiento!!!
si afuera había un cartel que decía: “La casa se reserva el derecho” pero él estaba:
autómata
torpe
sordo
ciego
(no mudo)
Y seguía actuando en su falso teatro para no videntes
y comenzó a transformarlo todo
hasta mi muerte sin motivos
cambió el orden de las cosas
los colores
la música
y nunca me preguntó si a mí me gustaba.
Invitó confidencias: -se enamoró de ellas!
y les confió su mundo
- En mi universo!!
-Qué atrevimiento!

Les fabricó sueños
les explicó cómo funcionaba su engranaje
a mí ni siquiera me escuchó
y cuando terminó de construirlo:
lo selló
lo cerró
le puso llave y después la sorteó

- En mi universo!!!
- Qué desvergonzado!

Hasta que un día tomé la decisión:
incendié mi universo
lo aborté.

No hay comentarios:

Publicar un comentario